lunes, 8 de junio de 2009

Alilcia Yanez Cossío:Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Ocllo



Como bien saben mis amigos cercanos, últimamente ando interesada en los relatos de tipo histórico, por eso no fue sorpresa recibir como regalo de navidad, el último libro de doña Alicia Yánez Cossío: Memorias de la Pivihuarmi Cuxirimay Ocllo (si, super largo y complicado el título) Es la segunda vez que leo algo de ella. La primera fue un libro infantil que leí junto a mi hija.

Tengo por costumbre ser sincera, y no creo que se deba ser condescendiente con la producción nacional tan solo por el hecho de ser nacional. Amo mi país con lo bueno lo malo y lo mediocre, y es así como pienso que se debe amar, es decir incondicionalmente. Memorias de la Pivihuarmi..., es un paseo por la historia de los Incas, un paseo en carro blindado aderezado con una pequeña escotilla, por donde se aprecia con mucha limitación el enorme y pintoresco paisaje. Maneja una emotividad básica, supongo que por la edad del personaje central. Una historia compleja, contada de manera simple a través de los ojos de quien fuera la esposa de Atahualpa. Eso debería ser un mérito y hasta cierto punto lo es en este caso, sin embargo creo que para mi gusto es demasiado simple.

El personaje principal Cuxirimay Ocllo se me presentó poco logrado, carente de cuerpo y verosimilitud. La atmósfera de la época igual que el resto de personajes quedan cortos de matices. Como puntos a favor puedo decir que usa un lenguaje sencillo que va a tono con el argumento y es bastante didáctico. Una estética exterior bien producida, portada y diseño dignos de elogio.

Bernarda Gui

Libros

Soy fácil

Quien sabe como usted haga la valoración de un libro, pero ya que se ha tomado la molestia de leerme, le voy a contar como la hago yo. En primer lugar tiene que saber, que soy una de esas consumidoras fáciles, de aquellas que leen por puro entretenimiento, que no lee por buscar sabiduría, ni estatus intelectual, ni para presumir en las reuniones de amigos culturosos, claro, hay que tomar en cuenta que nunca voy a reuniones de amigos culturosos. Soy una consumidora de libros típica, que serviría para un estudio de mercado contratado por alguna editorial.

No busco la profundidad del mensaje, no busco el autor de culto, ni el que más nombran en la tele, ni el recientemente galardonado. Tampoco busco la genialidad, ni la perfección literaria, que ni siquiera estoy en capacidad de reconocer.

Quizá mi valoración hacia los libros está dada por cosas más tangibles y prácticas, como si se tratara de shampú o café. Aquí vale la pena aclarar que igual que el café, evito la literatura demasiado edulcorada. Los amores eternos, los atardeceres arrebolados, la sublime abnegación de una madre…no están dentro de mis gustos. Me empalago fácilmente, la cantidad de azúcar que acepta mi cerebro es directamente proporcional a mi estado de ánimo. Es decir, de vez en cuando me viene bien, pero solo en su justa medida. Como, iba diciendo, lo que hace para mi un libro digno de leerse tiene que ver con cosas bien definidas como la narración fluida, la construcción verosímil de los personajes, la calidad de emociones que produce, la capacidad de presentar imágenes con palabras, la forma ingeniosa de contar una historia. Desde luego admiro el manejo de lenguaje, pero solo como un plus a lo mencionado. Así mismo, como consumidora corriente que soy, también me fijo en la estética exterior del libro, el diseño, el material, la bonita portada, ¿por que no?, todo cuenta.

De cualquier manera mi relación con los libros, me ha dejado muchas experiencias. Algunas veces me he dejado seducir tan solo con el título, otras en cambio ha sido necesaria la recomendación de algún amigo, otros libros han venido como regalo; a todos les he dado su oportunidad, pero confieso que a algunos los he abandonado a medio camino. Muchos de ellos me han defraudado en el primer capítulo, o me han proporcionado solamente entretenimiento de baja intensidad, pero así mismo otros me han involucrado en la historia, me han convertido en otro personaje, me han sacudido el alma (o lo que yo creo que es alma), y ciertamente puedo decir que uno que otro ha cambiado mi vida.

Creo en que cada país como cada persona reacciona y desarrolla de acuerdo a la realidad particular que le toca vivir, por lo tanto en esta sección no hallará las insufribles comparaciones que a mi modo de ver no aportan nada.