martes, 7 de julio de 2009

Jorge Enrique Adoum



Poeta, ensayista y narrador ecuatoriano nacido en Ambato en 1926.
Inició estudios de Derecho y Filosofía en la Universidad Central del Ecuador y los terminó en la Universidad de Santiago en Chile.
A su regresó a Ecuador en 1948, inició una larga carrera literaria alternando su labor poética con la docencia y la dirección de varias instituciones culturales. En 1963, comisionado por la UNESCO, viajó por Egipto, India, Japón e Israel en un programa de integración de las culturas orientales y occidentales. Posteriormente se radicó en Paris, donde fue, sucesivamente, lector de literatura en español, portugués y catalán para las ediciones Gallimard, periodista de la radio y la televisión de Francia y traductor de la ONU y la OIT.
Es autor de más de veinte libros de poesía y ganador de importantes premios, entre los que se cuentan: Premio Nacional de Poesía de Ecuador en 1952; premio "Casa de las Américas" 1960, "Premio Xavier Villaurrutia" de México en 1976, y el "Premio Nacional de Cultura Eugenio Espejo" en 1989, la más alta presea cultural del gobierno ecuatoriano, por el conjunto de su obra.
Ha cultivado además el teatro, la novela y realizado una notable labor crítica con ensayos sobre los poetas Valéry, Rilke, Eliot, Maiakovski, García Lorca, Hugues y Vallejo, recogidos en Poesía del siglo XX. ©

Cosme Córdova y Cayetana Salao "Solo en tango"

Propuesta escénica en Barcelona

Nuevo autor: Cristian López

Poesía

GÉNESIS DEL POEMA

uno

van días y tu cuerpo soterrado
no aparece
vaga con los espasmos de la lluvia
cicatera
se espabila dentro de las tinieblas
sal,
libérate,
saca tus oídos de la tierra
inmole
no rías entre lo sombrío
eco sin ala
desciendes a lo invisible
solo cuando tu piel amorfe
y los sueños mueran
podrás descansar

dos

van días y tu cuerpo rehúye al asombro
¿es mentira ese cuerpo
que disuelve el silencio?
¿te reinventas, te renaces?
mejor te diamanto arpía
sonora
canta tu cuerpo un soneto
a la rosa
mientras
mi oído desaparece
la sangre se enjuta
se desase al paso del
silencio
omiso, tácito
tu voz se hace viento
en este verso
¡se enclaustra mi asombro!
tu cuerpo y
el trueno de la noche
no aparecen
¿enmudecieron con tu canto?
la noche no despierta

tres

miro a un niño
caminar en el vacío,
solaz
se oculta entre las ruinas
carcajea
sus dientes amarillos
mastican palabras
mi oído resuelve al engaño

cuatro

van días y tu cuerpo gimotea
tirito de frío,
el pecado me tortura
tu recuerdo no muere
dilatada
se posa al altillo de una estrella
astuta yace,
transfigura
escucha:
¡jamás tomaré parte en sus
sangrientos sacrificios!1
cuerpo escabroso
evanecido a un espejo
mírame:
aunque no reinventes tu piel
te siento
aunque cantes al lamento
te dormito
mi voz subrepticia
te destruye
huyes

cinco

van días y tu cuerpo es carroña
entre mi carne
escabrosa
te sometes dilapidada a la noche
siniestra
del llanto de la lluvia
junto a la luna
te enterneces a mis labios
y el sopor te muestra como eres.
vacía
sollozas estrujada
en la gota de mi poema.

Nuevo autor: Ives Cadena

Poesía

Limen

Ya no detengo mi mente
revolviendo sin sentido
tus palabras afiladas
prefiero escuchar el sonido del sol
cuando el alba pronuncia mi nombre,
he preguntado a las olas
que tipo de relación mantienen con las rocas.

El momento mágico
cuando se rompe el cascarón
me llama
puedo mirar.

La represa que construí
para albergar nuestro tesoro
ha cedido
el caudal levanta la bandera
baila libremente sobre las piedras.

Sigues intacta
perfumas los campos
y brillas en las tardes
tu canto se expande
cada noche que te inspiras
pero no es igual,
ya no desamarras mi estómago
con cada beso
no te veo saltar
como antes
sobre las hojas de deseos
desparramadas por los cuartos.

Un cierzo de lágrimas
envuelve con su mortaja
las ilusiones esculpidas
en la estrella fugaz


Recital

Las palabras han huido
mi aliento escarba raíces
debajo de los lóbulos
el violín sueña la melodía de la noche
mientras observa una estrella
acariciando el horizonte

…rugen en comparsas
ondas de plumas sobre mi espalda
las paredes cómplices, fieles,
dejan escapar sonrisas en puntillas

Una mirada firme
organiza el recital
murmullos de pajonales
acechan conquistar
mas allá de los labios,
las manos guerreras de primera línea
se han transformado en bailarinas
titiriteras de tu piel

Desde las profundidades
jadean géiseres
iluminando el cielo

La piel exhala
rocíos marinos

Latidos acelerados
ensombrecen la cordillera
tus valles
afloran manantiales
ahogando mi sed

El encuentro de nuestras pupilas
ha descifrado los códigos
un temblor de óperas de feria
repican en la víspera,
la tierra se abre

El mar devela sus secretos
el barco inicia su viaje.